Pues bien, tal vez te venga algún motivo a la cabeza por el que puedas pensar que la gente prefiere viajar de esta manera, a la tradicional. Los pros más destacables son:
Viajando en caravana consigues una independencia total en cuanto a horarios, sin tener horas de salida ni entrada, poder moverte durante el día tanto como por la noche.
Es una forma más autónoma de vivir y de viajar.
Cuando viajas de forma tradicional tienes que tener muy marcados los tiempos para que te pueda dar tiempo a poder visitar esos monumentos de la ciudad en cuestión. Con la caravana no tienes ese agobio, ya que puedes irte o volver y cambiar el rumbo en el momento que quieras sin tener que quedarte en ese destino hasta el fin de tus vacaciones.